miércoles, 20 de mayo de 2009

mis hijos juegan
de pronto hablan y preguntan que es esto de la vida
el más grande
quiere saber por qué el dolor no se va con un vaso de agua

el más pequeño aún no sabe de palabras
pero los dos ríen
cuando se miran
basta una risa
y el mundo cae a sus pies
como una lluvia mansa
que oculta
las dudas de esta vida parca

los amigos se van yendo por la vereda de las sombras
sus vidas se desvanecen
y mis hijos, egoístas,
me devuelven
el secreto
de la inmortalidad
como si fuera una medicina ilegal
que sólo alcanza para que mi vientre de nueves meses calle
y añore su estancias poderosas

va cayendo la tarde
se miran y ríen
al compás de unas manitos que se baten
y unas plastilinas de colores
que arman y desarman mundos
desfachatez de lo cinco años

el otro balbucea y da por aprobada
la poderosa imitación de dios
a las seis de la tarde
no sé si será este el momento adecuado
para enterrar aquellos versos
que nacieron
una tórrida noche de verano
florece septiembre
octubre descubre la vívida pasión de los poetas
y en este cruce
los versos se queman
se desintegran

y tu calma
aparente color verde
está del otro lado del ecuador
y la poesía ha quedado sola
en este hemisferio
infantil y balbuciente

no importa este octubre
me pertenece
porque es mi sangre
porque me devuelve intacta
porque es así
de gesto homicida
de mirada enamorada
de entrega completa
de madre fiel
segura en la distancia
Que tristeza idiota
Que gusto a poco
Tienen las palabras en esta plaza
Que sueña ser
Sin árboles
Adiós a las palomas, los nidos
Los secretos
Los abrazos a escondidas
Los besos acotados
Y vigilados
Desde el afuera de la virgencita
Paseandera
Que mirada deslucida cuando
La música embargue
El senderito
A la escuelita
De brazos cruzados
Esperando el milagro
Del praliné caliente
Y los años maquillados
Para la próxima fiesta

Presentes

Presentes


Vuelve a entonar el rosario
la letanía de las cuentas negras.
Al sol
lo fieles bajan su cabeza
él no,
no sabe o no quiere.
Le han dicho que es rebelde
Ingrato
Indio
Soberbio
Y desobediente

No le suenan las palabras
Mezcla de incienso
Y sirvientes.
Levanta hacia el cielo su mirada
y arroja
un libro,
desparrama el agua
para calmar la sed
de sus cultivos…
Hereje

Su cabello endemoniado
Es mala señal
La desnudez, ¡cómo se atreve!

Mientras tanto
sangra
el surco
con la misma intensidad
de la leyenda
que inventa la palabra encuentro
porque dice que le tiene miedo a la muerte.

lunes, 18 de mayo de 2009

Todas las muertes

No es fácil escribir sobre alguien que se muere. Sobre todo porque siempre se cae en lugares comunes o frases hechas, más que para homenajear al difunto, en realidad para florearse un rato delante de los demás lectores.
Pero a mi en estas semanas me han pasado cosas fuertes con respecto a la muerte. Se murió nuestro perro (de viejito, pero cómo nos hizo mierda por dentro); después un amigo de papá, conocido. Después, mi tío que no aguantó hasta esperar un trasplante. A los días, un vecino. Y ayer, un poeta. La muerte gira sobre mi cabeza y lo único que hace es darme más preguntas que respuestas.
Nada nuevo para a historia del hombre. Pero para mi insignificancia una tormenta de dudas y tristezas. Recreo en mi corazón otras muertes queridas y me digo que así es la vida. ¿Cómo será mi propia muerte? Una mezcla de soledad y llanto entre algunos renglones. ¿Sobreviviré a mis hijos? No quiero. No lo soportaría. ¿Quién se irá primero, mi marido o yo? No sé. Aferrarse a la vida hace daño, tanto como pensar que algún día no la tendremos más.
Confuso el camino, ausente de certezas. nada más que la muerte gira y no se cansa. Alguna palabra y la necesidad de permanecer en el tiempo. Sólo el artista permanece, porque tiene el don de descubrir lo perenme.

domingo, 17 de mayo de 2009

sin cultura

El intendente de la ciudad de Alta Gracia dijo la semana pasada que nadie se murió porque no se llevara a cabo un evento cultural. Es cierto. No lo vamos a negar. Pero, ¡qué chatura! Nadie puede morirse. Pero cómo se atrasa en el tiempo y en la historia.
Pareciera que sólo con el dinero se puede llevar a cabo un evento cultural. La semana del Che, la feria de libro (y sobre éste último he sido una criticona) nacieron primero de una idea pensada por algunos que buscaron compartir un gusto y una necesidad. ¿Qué es si no la necesidad de compartir la usina que genera ideas para motivar a la gente a que se acerque a algún evento?
La gente también se hace de sensibilidad y criterio. Aunque pareciera que el señor intendente sólo vive de la única idea que lo pone en un papel poco honroso: el dinero. Por él se ensució las manos al aceptar una coima.
Por él nos trata a todos como idiotas.
Pero la cultura no se hace sobre el dinero. Se hace sobre la materia más fina y más exquisita que es la creatividad, las ganas, el gusto por hacer para uno y para otros. La cultura no se marca en una caja registradora y se guarda en el bolsillo. La cultura es la manifestación más pura que pone en juego el hombre cuando quiere dejar una huella en el mundo.
No se confunda. No habrá plata para cubrir los gastos, pero no puede poner en el mismo nivel su falta de idea con la imposibilidad de algunos que si quieren a la ciudad y luchan en silencio para llevar a cabo con esfuerzo algún evento que nos permite vivirlo. Es cierto, soy criticona. Inconformista. Pero me siento y estoy viva y por eso peleo con la palabra. No me asustan los asustadores ni los acusadores. No me quitan el sueño los funcionarios de segunda que preguntan por mi nombre para hacerme callar. No hablan mal de mi. En realidad habla mal de ellos.
No me voy a callar.
Es cierto nadie se ha muerto porque no se pudo hacer aguna feria, alguna muestra o algún recital. Pero se muere de a poco socialmente cuando se dicen pelotudeces como esas.

sábado, 16 de mayo de 2009

acá estamos otra vez
sentados en la orilla
de la ruta
que conduce
al antes separado del después
villa dolores
con sus calles calientes
y sus noches largas
cada paso, hijo, dado
en esta parte de mi vida
es un eco
para cada día que falta.

Melancolía
Nostalgia
El roble vuelve al verde
Y a mi alma
Un poco de calma

Las manos de mis hijos
Son los cuencos perfectos
Para seguir pariendo
Versos sin lágrimas.
hoy le pidieron permiso
a dios
para manejar un colectivo
no se negó, por supuesto,
no puede hacerlo
ver feliz a sus criaturas
vale más que un no sincero
las criaturas juegan
van y vienen
por los caminos despoblados
algunos gritan locos de alegría
otros quedan esperando
pasa, pasa, pasa el colectivo
a nadie levanta
no sea cosa
que esta vez dios
llore de melancolía.
te amo desde este ombligo prolijo con perfume
a mandarinas solitarias

con la letra en otro poema
que se desvive
por ser octubre otra vez entre tus dientes

incalculable verso que madura
como un hijo que acaricia su oreja cada vez que se duerme

me gusta el limite del tamborileo
que anuncia la muerte en una cuenta regresiva

es amor de vez en vez
cuando esta frase se cierra sobre sí